Los peligros del fracking.

07.02.2014 10:42

Andrea Reinosa de la Fuente/Ossa de Montiel

 

¿Qué es el fracking? Una palabra que está últimamente en boca de todos. El fracking o también conocido como fractura hidráulica, es una técnica para extraer gas de las “entrañas” de la tierra. Consiste en perforar el suelo para llegar a profundidades de hasta 5.000 metros; una vez allí, se inyecta en el subsuelo agua a presión para extraer el gas natural.

 

Tras varios estudios se ha comprobado que esta nueva fuente de energía tiene más inconvenientes que ventajas, ya que el agua que se inyecta en el subsuelo para su extracción tiene más de 750 compuestos químicos. Los mismos que preocupan a los ecologistas por sus daños al medioambiente, pueden ser también nocivos para la salud. Y el problema es que muchas de las sustancias que emplean estas prospecciones afectan a muchos órganos. Ya que son disruptores endocrinos. Es decir, que en contacto con las hormonas del organismo humano, estas sustancias son capaces de alterar funciones sexuales, reproductivas, causar infertilidad, anomalías genitales, e incluso diabetes y algunos tipos de cáncer.

 

¿Qué otras fuentes de energía natural se podrían utilizar? Por ejemplo, la energía eólica es una de las más deseables. En segundo puesto está la energía solar concentrada, seguida de la energía geotérmica y la energía mareomotriz o los paneles solares fotovoltaicos. Todas estas fuentes de energía son mucho más limpias y contienen un menor número de inconvenientes que puedan perjudicar al medio ambiente o ser nocivos para nuestra salud.

 

En mi opinión, creo que deberíamos utilizar otros tipos de fuentes de energía, como las citadas anteriormente, ya que esta nueva manera de la extracción de energía  solo puede servir para  perjudicarnos y llevarnos hacia un precipicio, debido a sus diversos inconvenientes. Sí es cierto que los estados  tienen la obligación de avanzar, pero siempre y cuando no se ponga en riesgo la salud de toda la sociedad o  nuestro entorno.